miércoles, 30 de diciembre de 2020

Descubriendo artistas: Ramón Isidoro

 

Ramón Isidoro 
Fuente: La Nueva Crónica

Ramón Isidoro es un artista visual multidisciplinar, nace en 1964 en Valencia de Don Juan (León) pero reside en Asturias desde muy joven, donde ha participado de manera activa en los aspectos culturales de dicha tierra desde los años 90.

Su trabajo reúne pinturas, instalaciones, escenografías, fotografías y montajes que forman parte de importantes colecciones públicas y privadas, vinculándose con la búsqueda anhelante de lo sublime propia de la abstracción lírica. Así, durante un tiempo realizó diversas instalaciones para los conciertos en directo del grupo de rock Manta Ray y diseñó escenografías para el festival de cine de Gijón.

Su obra ha sido expuesta en diversas galerías y centros nacionales e internacionales, recientemente entre febrero y marzo de 2020 expuso la muestra ‘Pinturas vagorosas’ en la Galería Ármaga, donde introdujo al espectador en el arte abstracto con formas geométricas, que incluye espejos, elementos móviles y refleja a la perfección su estilo.

La faceta artística le lleva a diseñar y gestionar eventos culturales. Especializado en museografía, realiza trabajos para instituciones públicas y privadas además de para particulares (galerías, empresas,...).

En sus últimas exposiciones ha valorado conceptos como la exploración de luces visibles e invisibles que se plasman en sus composiciones dominadas por el oficio y la austeridad, donde el artista reclama un compromiso del espectador y una actitud contemplativa ajena a aquello que pretende impresionar o llamar la atención.

Alfonso Palacio, definió con gran elocuencia su obra en el catálogo para la exposición Negro que tuvo lugar en la Galería Vértice: “La conexión entre una pintura decididamente minimalista y una poética silenciosa lo que sorprende en el caso de este pintor es la capacidad que su trabajo tiene para traducir en unas ocasiones y evocar en otras, pero sin perder en ningún momento la especificidad del medio sobre el que se trabaja, y que en este caso es la pintura, esa fuente primigenia que muchas veces constituye, efectivamente, un punto de partida, pero que otras se convierte en un puerto, incluso inconsciente, de llegada. En este sentido, es mediante una extremada sensibilidad; mediante una interiorización de todos esos referentes que acompañan de manera continua al pintor, y con los que éste convive en armonía al mismo tiempo que en tensión; así como por medio de un claro dominio de la técnica de pintor y de su “cocina”, como Ramón Isidoro consigue realizar esa operación de alquimia, que se concreta la mayor parte de las veces en una pintura de corte abstracto, muy vinculada a la tradición del paisajismo interior. En ella destaca la capacidad de este artista para la plasmación de una infinita variedad de atmósferas y climas.”

 IDO, IV, 2019/ IDO, VIII, 2019 (expuestas temporalmente en el Torreón de Pernía)

Ramón Isidoro, Ido, IV, 2019
Collage 

Ramón Isidoro, Ido, VIII, 2019
Collage 

En palabras de Julio César Abad Vidal: “La obra de Isidoro, ya sea pictórica o fotográfica, siempre abstracta, progresa hacia una reflexión cada vez más marcada por la sensibilidad de lo sublime.”

Así en las dos obras que expone temporalmente en el Torreón de Pernía se refleja esa pintura de corte abstracto vinculado a la tradición del paisajismo interior, caracterizando a sus obras de una actitud reduccionista, dando como resultado un  producto de ese placer por experimentar con los medios plásticos, con una profunda dimensión atmosférica, ambiental y climática.

Expone dos piezas pictóricas muy minimalistas y esquemáticas, que representarían la máxima simplificación formal y estética de un paisaje simbólico y metafórico (Luis García para la exposición ‘Naturalezas’).

 



ENLACES DE INTERÉS:

Currículum de Ramón Isidoro: https://www.ramonisidoro.com/isidoro/presentacion.html

Ramón Isidoro: https://puxagallery.com/es/artista/ramon-isidoro/

Hypersonic Paintings: http://www.museobarjola.es/upload/publicaciones/HYPERSONIC_PAINTINGS4124.pdf

Ármaga recibe la obra de Ramón Isidoro: https://www.diariodeleon.es/articulo/cultura/armaga-recibe-obra-ramon-isidoro/202002080232251984422.html 

 

 

martes, 29 de diciembre de 2020

Descubriendo artistas: José Antolín Álvarez Chamorro


José Antolín Álvarez Chamorro recibiendo el premio del MARN
Fuente: Diario de León  

José Antolín Álvarez Chamorro nace en Benamariel (León) en 1962, pueblo que supondrá una fuente principal de su inspiración artística. 

Es un escultor polifacético en el uso de materiales, pues trabaja tanto la madera como el hierro, la cerámica o el bronce. Pero sin duda, dentro del empleo de esta variedad de materiales, el que sobresale es la madera, ya desde muy pequeño, el artista, mostró una gran afición por la talla de simples palos que encontraba. Esta afición le ha llevado a convertirse en uno de los escultores leoneses más reconocidos, usando siempre como materia prima, la madera. Destacando también una de sus obras leonesas: la talla del Cristo del Gran Poder que dio nombre a esta cofradía leonesa.

Durante su trayectoria artística ha participado en diversas exposiciones en Valencia de Don Juan en 1992, la Galería Sardón en 2002, donde tuvo lugar su primera exposición individual, donde el elemento principal fue la madera, con la creación de once tallas que el mismo autor definió como trágicas, duras, casi pesimistas.  También ha expuesto su obra en la galería Androx en 2003 o en la Sala Campus Stellae. 

De igual modo, ha sido seleccionado y galardonado en diversos premios y certámenes, así, en 2009 recibió el 1º Premio de escultura del 1º Concurso de Escultura del MARM (Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino) por su obra Número de magia (talla directa en acacia), donde se señaló que “quizá la cualidad más importante de este veterano escultor leonés sea la poesía con la que es capaz de impregnar todas sus creaciones. Poesía y ritmo que convierte la dura estructura de la madera en delicadas estructuras en las que las líneas curvas se entrelazan creando una delicada sensación de movimiento.” 

Su actividad artística resalta por el mérito de utilizar un material prácticamente relegado por las nuevas tendencias, pese a ser uno de los primitivos elementos de expresión artística, otorgándole a la madera la capacidad de transmitir emociones y sensaciones, caracterizando a sus obras por el realismo y la limpieza de detalles. 


VELARRUEDA (1997) Expuesta temporalmente en el Torreón de Pernía: 

Velarrueda (1997) Hierro, madera de iroco y nogal
68x30x128 cm 


De este modo, y tras estas premisas, Velarrueda (1997), obra expuesta temporalmente en el Torreón de Pernía, se convierte en una muestra perfecta del trabajo sobre la madera que realiza el artista. Una obra diferente en su trayectoria ya que su obra aparece principalmente ligada a la figura humana y que como bien explica Luis García: “José Antolín Álvarez Chamorro conjuga a la perfección la coordinación de la madera natural con el elemento metálico de origen industrial, relacionando directamente lo etnográfico con la escultura actual”.  

Velarrueda (1997) Hierro, madera de iroco y nogal
68x30x128 cm 

Por ello, vemos como Velarrueda, une de forma inmejorable el sentido de la exposición ‘Naturalezas’ con ese empleo principal de la madera como el elemento natural, añadiéndole además un elemento de carácter etnográfico, industrial, que conjuga a la par con la exposición permanente etnográfica del Torreón de Pernía, puesto que además ruedas como la que José Antolín incorpora en su obra, las podemos observar en diversas maquinarias manuales como las aventadoras que se exponen en el Torreón de Pernía

Rueda aventadora expuesta en el Torreón de Pernía



Velarrueda (1997) Hierro, madera de iroco y nogal
68x30x128 cm 


MÁS OBRAS DEL ARTISTA 

Hierro y Moral
Fuente: http://artists.fundaciondelasartes.org/

Homo 
Fuente: http://artists.fundaciondelasartes.org/




Enlaces de interés:

Escultura José Antolín Álvarez Chamorro (YouTube): https://www.youtube.com/watch?v=fjhlnPZEDyg 

Después del Silencio- Fundación Merayo: https://www.leoncultural.com/evento/despues-del-silencio-fundacion-merayo/

Colectiva de verano en Santibáñez de Porma: https://www.lanuevacronica.com/colectiva-de-verano-en-santibanez-de-porma

El escultor leonés Antolín Álvarez, premiado por Medio Ambiente: https://www.diariodeleon.es/articulo/cultura/escultor-leones-antolin-alvarez-premiado-medio-ambiente/200905300332001034539.html


sábado, 26 de diciembre de 2020

EL RAMO LEONÉS

 

Ramo leonés realizado por el Ayuntamiento de Villaobispo de Otero, ubicado en el Torreón de  Pernía 

El Ramo Leonés es un ornamento, un símbolo tradicional e icono de la navidad leonesa, del que se desconoce su origen, pero que se remonta a tiempos antiquísimos de tradición pagana que posteriormente se cristianizaría, adoptándolo en las pastoradas, unos pequeños actos de Navidad que se celebraban en los atrios de las iglesias y que en la provincia de León tenían mucha tradición. Así, el ramo era ofrecido por un mozo del pueblo al Niño Dios recién nacido en Navidad. Y la ofrenda seguía manteniendo un significado parecido a su originario: la prosperidad. La ofrenda va acompaña de los cantos de la mozas lo que popularmente se llama ‘cantar el ramo’, que simboliza la navidad más leonesa.

Según informa José Luis Díez Pascual parece que tuvo su origen en una rama de árbol de hoja perenne en la que se colgaban adornos y ofrendas, vinculado al culto a la fertilidad y como preludio de la primavera. Esto fue dando origen a una forma más sofisticada, y se convirtió en un armazón de madera con un mástil para ser izado y transportado en las procesiones, engalanándose con cintas, velas, frutas, flores, etc.

Con la despoblación del campo leonés durante el siglo XX, la tradición del ramo estuvo a punto de desaparecer debido a la llegada de otras importadas y por ser identificado como algo rural y poco importante. A día de hoy se va recuperando cada vez en más lugares. La costumbre de los ramos de Navidad está muy extendida por todo el norte peninsular (Ávila, Zamora, Palencia, León, Asturias, Cantabria...)

Como indica la Asociación Raigañu, la cual tiene más de 200 ramos leoneses catalogados: ‘No solamente es una tradición leonesa anterior al cristianismo, sino que como el caso de la Lucha Leonesa, o de los Bolos Leoneses, es anterior a la invasión y romanización de nuestro territorio.  Es decir, esta costumbre, hay que situarla dentro de los ritos de fecundación de la tierra. Una costumbre pagana muy común en la prehistoria europea, que como el Mallo (o cantamisas) La Tarasca o la “Fogera de San Juan” han logrado sobrevivir hasta nuestros días, gracias a que se “guarecieron” en el interior de la iglesia, reconvirtiéndose en una costumbre cristiana.’

Existe una amplia variedad del Ramo Leonés, las más comunes consisten en un armazón de madera de forma triangular, aunque también se pueden encontrar de forma semicircular o cuadrada, en el que se sitúan las velas. De la estructura de madera cuelgan diferentes ofrendas. El armazón se apoya en una vara de madera colocada verticalmente sobre una peana la cual sirve de soporte, este también suele aparecer decorado con elementos vegetales o frutos como castañas o nueces, entre otros. El propio armazón de madera ya supone una verdadera obra de arte en sí mismo, gracias a los maestros artesanos que los llevan a cabo, en algunos casos sobre la madera suelen aparecer grabados de símbolos solares, aludiendo a su origen pagano o también otras tallas como aves o frutas.

 En cuanto a su tamaño, es muy diverso, desde unos pocos centímetros hasta otros de varios metros de altura, como datos interesantes: uno de los ramos más grandes que supera los 8 metros de altura es el que se ubica durante las Navidades en la Plaza Cortés Leonesas de León. El ramo procesional más grande es el de Laguna de Negrillos, que además destaca su estructura de tres triángulos superpuestos. Y el más antiguo (del que se tiene testimonio) data del año 1882 y perteneció a Catalina Alonso, de Posada y Torre de la Valduerna.

En relación a los adornos, del ramo leonés estos se identificarán con la cultura tradicional leonesa, y la acción de decorarlo se denomina ‘vestir el ramo’, dentro de la variedad de ornamentos destacamos: las velas (12, simbolizando los meses del año); ornamentos vegetales para recordar su origen arbóreo, cintas de telas de colores, frutos de invierno, dulces, encajes, e incluso en algunas comarcas de León como La Omaña, son habituales los ornamentos hechos con papel de seda.

Ramo leonés realizado por el Ayuntamiento de Villaobispo de Otero, ubicado en el Torreón de  Pernía 

Ramo leonés realizado por el Ayuntamiento de Villaobispo de Otero, ubicado en el Torreón de  Pernía 

Ramo leonés realizado por el Ayuntamiento de Villaobispo de Otero, ubicado en el Torreón de  Pernía 



viernes, 11 de diciembre de 2020

PIEZA DEL MES DICIEMBRE 2020

 


La cazuela es un utensilio de cocina, perteneciente al grupo comúnmente llamado por la zona  de “cacharros”. Se trata de un objeto con forma de base plana y estrecha, panza muy marcada que se va cerrando hacia la boca paulatinamente, mucho más ancha que la base.

Dependiendo de la zona se utiliza un tipo o forma de cazuela. En la zona de León es más utilizada la cazuela de 1 ó 2 asas mientras en Palencia, Valladolid o Burgos se usa más la tarterilla.

Cazuelas de barro expuestas en la 2ª planta Torreón de Pernía

Cazuelas de barro expuestas en la 2ª planta Torreón de Pernía

Están realizadas en barro por lo que presentan las siguientes ventajas: su porosidad permite dejar solo la humedad necesaria para que los alimentos se cuezan mejor; los alimentos no se pegan y no desprende ningún tipo de sustancia; mantiene la comida caliente mucho más tiempo al transmitir poco a poco el calor. 

Por supuesto, al hablar de alfarería y más en la provincia de León, no podemos dejar de mencionar la artesanía de Jiménez de Jamuz cuyo secreto de su alfarería consiste en la gran calidad de su arcilla y en la pericia de sus alfareros, que mantienen una labor reconocida y admirada, no sólo en la provincia, sino también fuera de sus fronteras, destacando de este modo piezas como las cazuelas de barro, como las que exponemos en el Torreón de Pernía. 

Para la elaboración de los “cacharros Jiminiegos” se utiliza el barro de Jiménez que se saca de los “barreros”, que se encuentran en las cercanías del pueblo, y son fincas comunales o de propiedad de los alfareros. Es una arcilla secundaria, ferruginosa, de aluvión y de gran plasticidad. Las piezas que se obtienen tienen un característico color rojo, que junto a las formas y su excepcional plasticidad, han sido componentes distintivos de la alfarería de Jiménez de Jamuz. Los diversos objetos que se han venido realizando siguiendo distintas técnicas de decoración, aunque la alfarería tradicional leonesa inicialmente no se decoraba o era parca en motivos, de modo que son aparentemente sencillos aunque con una belleza por la proporción y equilibrio de las formas favorecidas por el color rojo de la arcilla.


Cazuelas expuestas 2ª planta Torreón de Pernía.

Este tipo de cazuelas son utilizadas generalmente para comer las famosas sopas de ajo. Este alimento, también conocido como sopas de pan, castellanas, leonesas... es una de las recetas más populares en toda España, con multitud de variantes. Es una de las más antiguas que a día de hoy se sigue consumiendo, ya que presentan un ingrediente principal como es el pan, el cual fue el primer alimento elaborado por el hombre primitivo y con él aprendió a cocinar. Una receta de aprovechamiento, ligada a la historia de la cocina imaginativa de la escasez, que transformaban el pan duro, al que le añadían agua, sal, ajo y pimentón.

Para hablar de su procedencia hay que retroceder a la época vaccea, concretamente a lo que hoy conocemos como la Comunidad Autónoma de Castilla y León. 

¿Por qué se originaron en esta región? Una respuesta sencilla, ya que  desde tiempos prehistóricos, al menos desde el siglo IV a.C., se caracterizaron siempre por producir el mejor trigo y el mejor pan, por lo que se especializaron en su trasformación culinaria y aprovechamiento.

La sencilla receta se pudo extender por toda la geografía ibérica gracias a la trashumancia y el plato fue modificando su receta, adaptando sus ingredientes a los existentes en cada zona, sin perder la base del ajo y el pan.

Actualmente, el nombre de ‘sopa castellana’ se puso para diferenciar la sopa hecha en Castilla de la que se hace en León.  En la sopa castellana el pan se añade al principio de la cocción mientras que en las provincias Leonesas el pan se añade al final de la cocción del caldo.

Aunque actualmente se consume principalmente en comidas y cenas, ha sido un almuerzo muy frecuente en las zonas rurales y siempre asociado a trabajos en el campo. También es muy típico su consumo bien entrada la noche, en especial en las noches invernales. Además, al ser una receta muy humilde está muy ligada a la cuaresma y a la Semana Santa, formando parte de la gastronomía de nuestro país en dichas fechas. 





Bibliografía:

Fernando Franco Jubete . (2013). Los orígenes culinarios de Castilla y León. La cocina del pan posado. PITTM, 84, 409-430.

¿Sopa de ajo o sopa castellana? http://www.aperos.es/2017/02/sopa-de-ajo-o-sopa-castellana-nuestra.html

Jiménez de Jamuz (León): https://economia.jcyl.es/web/es/comercio-artesania/jimenez-jamuz-leon.html