martes, 29 de septiembre de 2020

Descubriendo artistas: Jonás Pérez (Expo. 'Naturalezas')

 

Jonás Pérez en su taller
Fuente: tamtampress.es

Jonás Pérez, reconocido por su sensibilidad y primitivismo poético, nació en Valle de Mansilla en 1932 y falleció a los 85 años de edad en Robles de Laciana en 2017.

Ha pasado a la historia como un representante fundamental de la escultura leonesa, aunque curiosamente, no iniciaría sus trabajos en piedra hasta los años 90, ya jubilado, es cuando comienza a trabajar la piedra empleando la talla directa. Sin embargo, su trayectoria, no como artista, sino como albañil, marcaría su futuro, ya que en su oficio destacó por la destreza en los trabajos más complicados, especialmente la piedra, la que se convertiría en el material imprescindible en su faceta artística. Como el propio artista dijo una vez en una entrevista “Siempre me gustó hacer trabajos manuales, tallaba algunas cosas intrascendentes en madera. Después hice alguna incursión en la forja… pero fue cuando me encontré con la piedra cuando decidí que ahí estaba la forma de expresión que había estado buscando durante mucho tiempo”.

Antes estos hechos, descubriría en Laciana un lugar con muchas posibilidades de trabajo, por lo que el destino llevó a que uno de sus vecinos descubriera su potencial. Descubierto por Eduardo Arroyo, ambos se conocieron a principio de los años 90 en el pueblo leonés de Robles de Laciana, definiendo Arroyo su técnica como ‘primitivismo poético’ y dando a conocer el valor artístico que poseen las obras de Jonás.  Así el sentido literario y narrativo de la obra de Arroyo, la podemos encontrar en Jonás Pérez, además de su incorporación del mito y del símbolo.

Posteriormente, gracias a Eduardo Arroyo, llegaría el conocimiento de su obra a Luis García, actual director del Departamento de Arte y Exposiciones del Instituto Leonés de Cultura, lo que conllevaría en 2011 una gran exposición “Jonás Pérez. El primitivismo poético”, que viajaría al año siguiente, en 2012, a otros centros.

En su obra podemos encontrar todo lo que él veía y había en su entorno, desde flores, animales,  naturaleza, representaciones del amor o la muerte, entre otros muchos.  En su trabajo se ve claramente representado una visión poética del vivir, donde, según el propio artista, el quehacer de la pieza se modifica y se construye, por lo que el resultado final de la obra, no tendría por qué ceñirse a lo que el artista ha imaginado en un primer momento.

VENUS DEL TANGA (pieza expuesta en el Torreón de Pernía)

Venus del Tanga. Jonás Pérez. Traslado de puntos en talla directa por José Luis Casas

“Creo que los personajes que esculpo están contentos de que los haya hecho. A veces creo que me miran con cara de satisfacción” Jonás Pérez (2011).

En relación al sentido mitológico y simbólico de la naturaleza como elemento de fertilidad y origen de la vida, surge impresionante e irónica la Venus del Tanga de Jonás Pérez. En esta ocasión, se trata de un magnífico traslado de puntos, en talla directa, realizado por José Luis Casas (Palabras de Luis García para la exposición ‘Naturalezas’). Y que se ubica, actualmente, y formando parte de la exposición temporal 'Naturalezas' en la entrada del Centro Cultural Etnográfico 'Torreón de Pernía'.

Venus del Tanga. Jonás Pérez. Traslado de puntos en talla directa por José Luis Casas

Venus del Tanga. Jonás Pérez. Traslado de puntos en talla directa por José Luis Casas


Trabajaba la escultura utilizando las técnicas tradicionales, como la talla y el modelado, por lo que su proceso principal de elaboración era la talla directa, al igual que los antiguos maestros canteros y sus herramientas: la maza, el puntero, el cincel, las limas y los lapiceros de colores. Los rasgos esculpidos en unas pocas líneas esquemáticas y una gran sensibilidad a la hora de esculpir el cuerpo femenino son las líneas maestras del escultor.

Venus del Tanga. Jonás Pérez. Traslado de puntos en talla directa por José Luis Casas

Descrito por muchos como un hombre humilde, sencillo y trabajador, sin duda, fue un creador puro en esencia que cuenta con el don de encontrar en su interior la poética de la creación y la energía para desarrollarla.

 MÁS OBRAS DEL ARTISTA (No expuestas en el Torreón de Pernía)


Obra de Jonás Pérez
Fuente: tamtatampress.es

Obra de Jonás Pérez
Fuente: tamtatampress.es

Obra de Jonás Pérez
Fuente: tamtatampress.es

Enlaces de interés:

https://tamtampress.es/2017/11/01/adios-a-jonas-perez-el-escultor-primitivista-de-laciana-vulcano-de-la-piedra/

https://www.lanuevacronica.com/se-fue-pronto-el-escultor-que-se-dio-a-conocer-tarde

 


sábado, 26 de septiembre de 2020

Exposición 'Naturalezas'

 



Se trata de una exposición colectiva organizada desde el Instituto Leonés de Cultura (ILC), comisariada por Luis García Martínez, director del Departamento de Arte y Exposiciones del ILC,  buscando la dinamización cultural, y con la misión de difundir la actividad creativa de artistas contemporáneos, vinculados además con la provincia de León; acercando de este modo el arte y la cultura al mundo rural.

En este sentido y con estos fines, se ha planteado una exposición colectiva en la que participan 21 artistas, con planteamientos tanto teóricos como prácticos muy diferentes, y que forman parte de diferentes generaciones. Donde se muestran diversas técnicas como son pintura, dibujo, ilustración, fotografía, imagen digital transferida a dibón, instalaciones o escultura.

Además, la exposición no solo la componen las propias obras sino también el entorno en el que se ubican, el Centro Cultural Etnográfico ‘Torreón de Pernía’ crea una serie de enfoques que facilitan el diálogo con el espacio arquitectónico y con el espacio natural, donde sus piezas se integran a la vez que generan su propio lenguaje en este singular espacio, generando una simbiosis que potencia ambas realidades.

Ante todos estos aspectos, la exposición se titula ‘Naturalezas’, por lo que ya nos indica el guion que va a seguir la misma, la naturaleza no solo en la versión más pura sino también en su relación con el hombre. Asimismo, la  muestra es un sencillo pero profundo homenaje a Miguel Escanciano, reciénteme fallecido,  cuya obra es portada del cartel. 

Obra de Miguel Escanciano 

De esto modo desde la propia entrada del Torreón viajamos al primitivismo, a las venus y lo que ellas representan, símbolo del origen de la vida, la fertilidad y de la abundancia, de la mano de Jonás Pérez y su obra  la Venus del Tanga, aunque en este caso se trata de un traslado de puntos, en talla directa realizado por José Luis Casas.

Venus del Tanga, Jonás Pérez (Sacado de puntos y talla directa de la pieza original realizado por José Luis Casas).

Continuando por dicha significación y haciendo alusión a la naturaleza, destacan en la presente muestra materiales como la madera en la obra de José Luis Casas, Interludio I, con alusiones a lo constructivo, creado un dialogo de ruptura y unidad; en Velarrueda de José Antolín Álvarez Chamorro, en este caso ya conjugado el tratamiento de la madera natural con el elemento metálico, recordándonos esa rueda principal a la maquinaria etnográfica y actual, y también, la madera, clave en la obra de José Antonio Santocildes con una instalación abierta, compuesta de tres módulos, donde destaca el tratamiento de las texturas.    

Velarrueda de José Antolín
Al fondo ilustraciones Bruno Santín 


A la muestra se suma el empleo de materiales de origen natural y degradables en la instalación de Eugenia Navajo; la referencia a los puntos cardinales en Gustavo Vega; a los colores de las superficies agrarias de tierras de campos iluminadas por el sol en la instalación de Carlos A. Cuenllas.

Una exposición donde el color se convierte en imprescindible y así lo muestra Camino Román, con una energética explosión de color en Feliz Cumpleaños; Ramón Isidoro representando la máxima simplificación formal y estética de un paisaje simbólico. Un colorido presente en la obra de Sergio Valbuena, y en Pedro Victorioso con una obra que nos transporta al mundo mágico con cierta carga simbólica y surreal. Así como el colorido sutil, la equilibrada composición y el movimiento presente en el trabajo de Li Xu. Y del color pasamos a la mínima sugerencia del paisaje totalmente vacío y desolador, en Rafael Anel.

Junkook, Li Xu

El sentido poético de la naturaleza, la espiritualidad cobra vida en la obra Mandala azul de Cristina Ibáñez y Fernando Tuñón y en la fotografía Esqueleto de Casimiro Martinferre, donde se representa con fuerza la naturaleza arbórea desnuda y muerta. Y en este sentido, Julia G. Liébana vincula directamente el hombre con la naturaleza, con la plasmación de los frutos naturales que surgen del trabajo humano en la huerta.  La síntesis entre el hombre y la naturaleza también reflejados en las genuinas ilustraciones de Bruno Santín. La figura humana, finalmente representada a través de planos geométricos soldados por Cosme Paredes.

Serie Naturalezas muertas. Julia G. Liébana

Y por supuesto no podíamos olvidar, vinculado con la naturaleza, la fuerza y capacidad de destrucción de la misma, en la obra de Sebastián Román, la cual sugiere una imagen ideal de New York, pero en este caso destruida la obra realmente por una riada en Vegacervera.

Jardín del Torreón con las obras de José A. Santocildes, Sebastián Román y Cosme Paredes


jueves, 24 de septiembre de 2020

PIEZA DEL MES SEPTIEMBRE 2020

 


    Finalizando el mes de septiembre y tras la recogida de muchas legumbres, como los garbanzos, os traemos un apero de labranza indispensable en estos momentos, y que por suerte no ha caído en el olvido, sino que en muchas casas agrícolas se sigue empleando. Se trata de diferentes aperos que aunque su función es la misma, la de cribar, su nombre, objetivo específico y características de materiales y formas son distintas. A ello, tenemos que añadir las diferentes variantes del léxico según la zona geográfica en la que nos situemos, incluso en la propia provincia de León los nombres de dichos aperos, aunque iguales, se denominan diferentes.

    

Atendiendo a estas características, nos centraremos en dos objetos concretos, que son los que podemos encontrar en el Centro Cultural y Etnográfico ‘Torreón de Pernía’: las cerandas y las cribas.






    Ambos son un tipo de herramienta manual, compuesta por un arco circular de madera, de unos cinco o seis dedos de alto, con un fondo diversamente agujereado y de diferentes materiales (de ahí surgirán las diversas tipologías), cuya finalidad es separar las partes menudas de las gruesas y/o eliminar las impurezas.

    La técnica de su empleo es muy sencilla, cuando hace aire se echa en la criba el material, e izándola por encima de la cabeza se van dejando caer poco a poco los granos o legumbres, quedando estos en un montón y las impurezas delante. También se puede cerner, con movimientos circulares, quedando la paja arriba y el grano abajo.

    Atendiendo al léxico, hemos recurrido a José Ramón Morala y el Corpus Léxico de Inventarios del Siglo de Oro,  en el que se estudia el léxico de la vida cotidiana.

    Por ello y comenzando  por la ceranda, el Diccionario de la Real Academia, nos remite a zaranda y la define como ‘criba’ en su primera acepción y como ‘cedazo rectangular con fondo de red de tomiza, que se emplea en los lagares para separar los escobajos de la casca.’ Sin embargo, esta definición ya implica connotaciones y es que el cedazo es distinto a la criba, ya que, mientras la primera se emplea para limpiar el cereal o las legumbres, el cedazo es mucho más fino, y se utiliza para limpiar las impurezas de la harina (también llamado en algunos caso piñera).

    Remitiéndonos a José Ramón Morala, la variante con /a/ (zaranda) a pesar de estar registrada tradicionalmente por los diccionarios, es una palabra escasamente vista en la documentación notarial, apareciendo en puntos dispersos como Soria, Albacete, Cuenca o Huesca. Mientras la variante con /e/ (ceranda) se usa de modo habitual en los inventarios de la franja occidental peninsular, con especial mención a los procedentes de León, Zamora y Cáceres.

    Estos mismos inventarios, muestran la diferencia entre criba y ceranda, que aunque tuvieran una función similar presentan características diferentes, en este caso la ceranda con agujeros más grandes.

    Continuando por criba, el Diccionario de la Real Academia Española, la define en su primera acepción como ‘utensilio consistente en un aro con una malla u otro material agujereado fijados en él, y que sirve para cribar’ y en la segunda como ‘cada uno de los aparatos mecánicos que se emplean en agricultura para cribar semillas, o en minería para lavar y limpiar los minerales.’ Curiosamente, como se ha visto, el término genérico que se registra es el femenino, para el masculino, cribo, remite a la forma del femenino. Sin embargo, el término originario es cribo, resultado de crību, forma disimilada del latín crībrum.

    A ello añadir que en algunas zonas, se mantienen ambas formas, considerándose piezas diferentes, de nuevo por sus características, al igual que ocurría con la criba y ceranda, comentada anteriormente. Así José Ramón Morala hace mención al inventario realizado en 1625 en Santas Martas (León) donde se mencionan cuatro cribos y cuatro cribas.

Para finalizar esta breve reseña y en relación a las áreas de uso, los ejemplos del masculino cribo quedan restringidos a unas cuantas provincias norteñas (Cantabria, Asturias, León, Zamora, Salamanca, Palencia, Burgos), mientras que la de criba, mucho más amplia, presenta ejemplos en prácticamente todo el territorio peninsular.


Bibliografía:

Morala, J.R., Relaciones de bienes y geografía lingüística del siglo VII, Cuadernos del Instituto Historia de la Lengua. 2012

Morala, J.R., Léxico histórico: sobre cribas, cedazos y harneros, El español a través del tiempo: estudios ofrecidos a Rafael Cano Aguilar, 2016